Primera retrospectiva dedicada en España a Bruno Munari (Milán, 1907-1998) y muestra más completa hasta la fecha fuera de Italia sobre este artista multidisciplinar, especialmente conocido por ser una de las figuras más importantes del diseño y de la comunicación visual del siglo XX. Munari buscaba la esencia del arte y del diseño en el equilibrio entre el rigor y la levedad, sirviéndose siempre del juego, del humor y de la ironía. Esta especie de “muestra colectiva de Bruno Munari” (como él tituló una de sus exposiciones) incluye pinturas, dibujos y esculturas –obras de dos y tres dimensiones, como el artista solía referirse a ellas–, proyecciones y juegos de luz, piezas de diseño gráfico e industrial, ejercicios tipográficos y escritos y libros infantiles, entre otras obras.
La selección abarca desde sus primeros trabajos vinculados al futurismo y al diseño gráfico y hasta sus últimas experimentaciones de los años noventa. La muestra y la publicación que la acompaña están organizadas en ámbitos construidos en torno a los conceptos metodológicos esenciales al trabajo de Munari –el tiempo, el método, la levedad, la experimentación o la contemplación– en los que se presentan cerca de trescientas obras procedentes de colecciones particulares e instituciones públicas y privadas.
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Tutto Bruno Munari
Un “Leonardo de nuestro tiempo”. Así describió Picasso a Bruno Munari (Milán, 1907-1998) quien durante toda su vida se movió con gran libertad entre el arte, el juego, el diseño y la literatura. De un modo u otro, su obra es una invitación a que nos fijemos en eso que está ante nuestros ojos, pero que con frecuencia no vemos. «He tratado de comunicar lo que los demás no ven, por ejemplo, un arco iris de perfil», decía.
“¿Cómo se puede hacer de otra manera?»
Según recuerda su hijo Alberto, Bruno Munari se hacía a menudo esta pregunta, en apariencia sencilla, lo que le llevó a replantearse el modo habitual de hacer las cosas, a afrontar el mundo como si fuera completamente nuevo y a ampliar las posibilidades del lenguaje. Así, su obra destila imaginación y método, pero no un método teórico, sino práctico, que, partiendo de la técnica, le permitió experimentar con tecnologías recién inventadas –como la fotocopiadora o la informática– y aprender hasta dónde podía llegar.
Un innovador del método pedagógico
Ese deseo de superar los límites del lenguaje explica el interés de Munari por la pedagogía. Munari se dio cuenta de que los niños no afrontan la realidad como hacemos los adultos, cargados de estereotipos que hemos heredado, de la historia o de nuestra educación. Los niños son extremadamente libres. Y él quiso conservar esa libertad mental a la hora de mirar el mundo y desde 1960 perfeccionó un método, conocido como el “método Munari”, que hoy goza de gran éxito.