José Luis Sampedro

José Luis Sampedro fue profesor, economista, académico y escritor, y una persona muy comprometida con la vida. Fue al final de su trayectoria cuando los más jóvenes lo tomaron como referente moral de una sociedad en decadencia a la que él no dejó de “amar y provocar”. 

‘Provocando con Sampedro’ traza un retrato de su personalidad a través de algunas de las frases que acuñó, marcaron su pensamiento y su obra, y han inspirado a muchos: “Como economista le diré que si no se produce felicidad, no se tiene derecho a consumirla”, le dijo a una chica en una charla sobre la vida. Otra perla que algún artista urbano llevó a la calle: “La libertad de expresión no sirve de nada sin la libertad de pensamiento”. O una de sus frases más repetidas: “Mis novelas son cartas de amor y mensajes de náufrago esperando que alguien las recoja”. 

En el documental se escuchará a personas cercanas a él, como el catedrático de Economía Aplicada y exrector de la UCM, Carlos Berzosa; o su nieto Miguel, en quien se inspiró para escribir su novela de mayor éxito, ‘La sonrisa etrusca’. El amor libre, la autenticidad, la muerte como parte de la vida, y, sobre todo, su compromiso con el ser humano, han centrado la atención de los autores de este trabajo sobre un hombre imposible de condensar en 50 minutos. 

‘Provocando con Sampedro’ es una producción de TVE con guión y dirección de José Miragall, realización de Susana Íñigo, montaje de Juanma Bragado, dirección de fotografía de Elena Guerrero, sonido de Jesús Navarro, banda sonora de Pablo Miyar y producción de Suso Flor

Y, con motivo de su emisión, ‘Imprescindibles’ ha lanzado un reto a la ciudadanía: el programa ha liberado una serie de ejemplares de libros de Sampedro en algunos lugares donde se rodó el documental. Es una propuesta basada en el modelo altruista de bookcrossing, que consiste en dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, a los que ‘Imprescindibles’ anima a compartir en su web sus reflexiones sobre la obra de Sampedro y a prestar o “liberar” de nuevo esos libros, una vez leídos, para sean descubiertos por otros lectores.