Los reyes del mundo
La historia de los cinco chicos de la calle de Medellín, sin familia, que emprenden un viaje hacia la región del bajo Cauca, en busca de la tierra que expropiaron a la abuela de uno de ellos y por tanto también de un futuro más prometedor del que les espera, cautivó al jurado oficial encabezado por el productor argentino Matías Monsteirin. ‘Los reyes del mundo’ se llevó la Concha de Oro en la gala de clausura de la 70 edición. La buena aceptación que tuvo en la proyección del miércoles pasado la situaba entre las favoritas.
Con la alegría que el equipo casi al completo de ‘Los reyes del mundo’ entró en el Kursaal, ya se intuía que algún galardón se llevaba, y cuando Monsteirin anunció que recibían el máximo galardón estallaron en gritos de alegría y abrazos.
Su directora, Laura Mora, que en 2017 ya pasó por la sección New Directors con ‘Matar a Jesús’, aseguró que el Zinemaldia «ha sido mi casa» y calificó de «gustazo volver». Con mucha emoción habló a los asistentes al Kursaal del esfuerzo que ha supuesto sacar adelante ‘Los reyes del mundo’ y agradeció el trabajo realizado por los jóvenes protagonistas que «me han enseñado todo de la vida» y también que «la desobediencia es necesaria». No se olvidó de su padre a quien «hace veinte años la violencia me lo quitó».
Laura Mora: «Los últimos meses de mi vida han sido muy difíciles y la Concha de Oro supone un espaldarazo»
A la espera de su estreno, aquellos que se la hayan perdido y quieran verla en breve pueden acudir al Festival de Biarritz que comienza mañana y que la ha incluido en su programación.
Poco cine español
El palmarés de esta edición refleja una apuesta del jurado por el cine emergente porque las películas ganadoras son óperas primas o segundas películas, y los intérpretes galardonados están comenzando sus carreras. La amplia presencia del cine español en la Sección Oficial no se vio refrendada anoche con los principales premios, así como tampoco se llevó ninguno ‘Sparta’, que llegó acompañada de polémica.
El jurado consideró que el mejor director de esta edición ha sido Geni Kawamura por el delicado trabajo realizado en ‘A Hundred Flowers’, una historia inspirada en su abuela que padeció alzheimer. Al japonés, la noticia del premio le pilló en Bilbao mientras comía jamón y bebía txakoli. «Cuando me dieron la noticia el txakoli casi se me sale», confesó ayer en el escenario del Kursaal. Se trata de su primera película.
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En esta edición, los miembros del jurado decidieron dar un premio especial a ‘Runner’ de Marian Mathias, también una ópera prima. Su directora consideró que el reconocimiento recibido en Donostia le servirá para seguir adelante porque «es extraño y sobrecogedor entrar en el mundo del cine».
Las conchas de plata a las mejores interpretaciones, tanto en el caso de los protagonistas como de reparto, recayeron en actores muy jóvenes. En el primer caso fue ex aequo para Clara Quílez, por su papel de madre adolescente en ‘La maternal’, y Paul Kircher, por ‘Le Lycéen’. Quílez, que prácticamente no paró de llorar, dedicó el premio ganado en su primera experiencia como actriz protagonista a su madre -«no hay dinero ni tiempo para pagar cómo me cuida»- y a sus compañeras de reparto «convertidas en amigas del alma». El francés aseguró estar emocionado por asistir por primera vez a un festival y salir de él con un premio. La mejor intérprete de reparto fue la adolescente Renata Lerman por su papel en la argentina ‘El suplente’.
Alina Grigore, ganadora de la concha de oro el año pasado, como presidenta del jurado de New Directors anunció que la película ‘Fifi’ de Jeanne Aslan y Paul Saintillan por «su honestidad y por la forma que ha creado a sus personajes y por el humor». Los directores destacaron que los donostiarras han sido «nuestro primer público».
Estaba cantado que el Premio Irizar a la mejor película vasca presentada en estreno mundial en cualquier sección del Festival iba a ir a manos de otro donostiarra, Mikel Gurrea, por su largometraje ‘Suro’, que competía en la Sección Oficial, «porque plantea dilemas poderosos».
Todos los premiados sobre el escenario del Kursaal.
Todos los premiados sobre el escenario del Kursaal. / J.M. lópez
Por una mirada valiente y compleja que explora contradicciones del ser humano, el premio Horizontes Latinos fue para ‘Tengo sueños eléctricos’, de la costarricense Valentina Maurel que destacó el movimiento cineasta en auge en su país. En la sección Zabaltegi-Tabakalera la película más destacada fue’ Godland’ del islandés Hlynur Pálmason.
‘Argentina, 1985’, de Santiago Mitre, se llevó el premio del público y el premio del público ciudad de Donostia a la mejor película europea fue para ‘As Bestas’, de Rodrigo Sorogoyen.
Los actores locales Bárbara Goenaga y Gorka Otxoa presentaron la gala en la que hubo un repaso a algunos de los momentos estelares más importantes de las 70 ediciones .